La inteligencia artificial (IA) permite que los ordenadores aprendan de la experiencia, se adapten a parámetros dados y realicen tareas que antes solo eran posibles para los humanos. En la mayoría de las implementaciones de IA, desde jugadores de ajedrez computarizados hasta coches autónomos, las capacidades de aprendizaje profundo y el procesamiento del lenguaje natural son fundamentales.  Gracias a estas tecnologías, se puede enseñar a las computadoras a realizar ciertas tareas procesando grandes cantidades de datos e identificando patrones en ellos. En la banca, la IA realmente está...