Las tareas prácticas de la psicología criminal están dictadas por aquellas áreas donde se utilizan los datos científicos obtenidos por los psicólogos criminales. Sin embargo, todos se reducen al hecho de que se están desarrollando los fundamentos metodológicos de la investigación psicológica y el análisis de los diferentes tipos de actos delictivos y los diferentes tipos de personalidad de los delincuentes y grupos delictivos, así como las bases para el estudio de la conciencia jurídica pública.
Gracias a los datos obtenidos a través del estudio de los objetos de la psicología criminal, es posible desarrollar recomendaciones que nos permitan resolver problemas de manera más efectiva y alcanzar los objetivos de carácter policial.
En primer lugar, se necesita información científica sobre la personalidad de las personas proclives a delinquir y conocimientos sobre la regulación mental de las conductas ilícitas para poder investigar y resolver los delitos con la mayor eficacia posible.
En segundo lugar, este mismo conocimiento es de gran valor para los procesos judiciales, porque ayuda a hacer una evaluación más correcta de la naturaleza y características de los delitos cometidos, para estudiar su lado objetivo y subjetivo.
En tercer lugar, el conocimiento psicológico sobre las características de una personalidad criminógena permite evaluar correctamente la personalidad del perpetrador para asignarle un castigo adecuado. Y el conocimiento sobre las características de los grupos delictivos permite establecer los roles de sus participantes y el grado de su participación, así como el grado de influencia mutua de sus miembros y las características de la interacción intragrupo en el proceso de cometer actos delictivos.
El conocimiento psicológico sobre una personalidad criminógena juega un papel igualmente importante tanto en el proceso de corrección de las personas condenadas como en el proceso de prevención individual de varios tipos de delitos.
El conocimiento sobre los fenómenos individuales y sociopsicológicos que sirven como causas internas de los actos delictivos, y el conocimiento sobre el impacto de las condiciones sociales en las posiciones jurídicas de las personas, son de suma importancia para la prevención del delito en la sociedad.
Si resumimos lo dicho, llegaremos a la conclusión de que la información sobre la que opera la psicología criminal puede aplicarse (y lo hace) con éxito en muchas áreas afines de la psicología jurídica: correctiva, judicial, operativa, pericial, investigativa, preventiva, y otras.
Al mismo tiempo, la metodología adoptada por la psicología criminal también juega un papel igualmente importante en las actividades prácticas. Por supuesto, en el marco de un artículo, es poco probable que podamos considerar este tema en todas sus sutilezas, pero aún así podemos presentar los datos principales.
Base metodológica
La base metodológica de la psicología criminal es todo un complejo de métodos, categorías y principios de investigación e interpretación científica de los fenómenos mentales que se relacionan con su objeto. Además, esta base también consta de teorías psicológicas generales y científicas específicas particulares que sirven de base para describir e interpretar los fenómenos mentales: las causas del comportamiento delictivo y el crimen en la sociedad.
En psicología criminal se utilizan categorías comunes a la psicología y conocimientos teóricos relacionados con sus áreas individuales. Aquí podemos distinguir teorías que revelan las principales categorías psicológicas, tales como: reflexión mental, actividad, conciencia, inconsciente, motivación, etc.
No debemos olvidarnos de las categorías criminológicas, entre las cuales: causas y condiciones del delito, crimen, personalidad criminógena, comportamiento criminal, conducta de víctima, etc. Se presta gran atención en psicología criminal al aspecto psicológico de los fenómenos que denotan todos los términos anteriores.
Los especialistas se guían por teorías psicológicas generales y desarrollan disposiciones teóricas científicas específicas relacionadas exclusivamente con la psicología criminal. La ayuda seria en la práctica también es información científica, fenómenos y conceptos del campo de otras humanidades y ciencias sociales.
Estas son la psiquiatría, la pedagogía, la ética, la sociología, la filosofía social y otras áreas que de una forma u otra entran en contacto con el estudio del comportamiento humano. Vale la pena señalar que los resultados de la investigación científica y los desarrollos del campo de la psicología criminal también son utilizados por muchas de las ramas enumeradas de la psicología, las humanidades, las ciencias sociales y jurídicas.
Por ejemplo, para una explicación psicológica sistemática del comportamiento prosocial de una persona, se debe tener conocimiento sobre los mecanismos y patrones del comportamiento ilegal. Lo mismo puede atribuirse al enfoque científico del problema de educar a una persona socialmente respetable.
Para comprender este problema, es necesario tener conocimiento sobre fenómenos de naturaleza opuesta, como los defectos criminogénicos de la personalidad y los patrones por los cuales se forman. Volviendo a las ciencias jurídicas, se puede señalar que el conocimiento del campo de la psicología criminal contribuye a un desarrollo más profundo de las enseñanzas criminológicas sobre la personalidad de una persona propensa al delito, las condiciones, las causas y la prevención del delito.
El derecho penal también se está desarrollando, porque existe la oportunidad de comprender mejor el lado subjetivo del delito, la identidad de los autores, circunstancias específicas que pueden atenuar o agravar la responsabilidad.